1. Investiga a Fondo la Empresa y el Puesto
            No te limites a leer la página "Sobre nosotros". Investiga sus noticias recientes, sus valores, sus competidores y los desafíos que enfrenta su industria. Revisa el perfil de LinkedIn de tu entrevistador. Entender su contexto te permitirá hacer preguntas más inteligentes y adaptar tus respuestas para demostrar que eres la solución a sus problemas.
            2. Domina tus Respuestas con la Técnica STAR
            Para preguntas de comportamiento como "Háblame de una vez que...", la técnica STAR (Situación, Tarea, Acción, Resultado) es tu mejor aliada. Prepara 3 o 4 ejemplos sólidos de tu experiencia que demuestren tus habilidades clave (liderazgo, resolución de problemas, trabajo en equipo). Describe la Situación, la Tarea que tenías, la Acción que tomaste y, lo más importante, el Resultado cuantificable que lograste.
            3. Prepara Preguntas Inteligentes para el Entrevistador
            Una entrevista es una conversación bidireccional. Preparar preguntas demuestra tu interés y compromiso. Evita preguntar sobre el salario en la primera entrevista. En su lugar, enfócate en el rol, el equipo y la cultura. Buenas preguntas son: "¿Cuáles son los mayores desafíos para alguien en este puesto?", "¿Cómo miden el éxito para este rol?" o "¿Qué es lo que más te gusta de trabajar aquí?".
            4. Cuida tu Lenguaje Corporal y la Primera Impresión
            Desde el saludo inicial, tu lenguaje no verbal comunica mucho. Mantén contacto visual, ofrece un apretón de manos firme (si es presencial), siéntate derecho y evita gestos nerviosos. Una sonrisa genuina y una actitud positiva pueden marcar una gran diferencia. Vístete de manera profesional y acorde a la cultura de la empresa.
            5. Envía una Nota de Agradecimiento
            Este paso, a menudo olvidado, puede diferenciarte del resto. Dentro de las 24 horas posteriores a la entrevista, envía un correo electrónico de agradecimiento personalizado. Menciona algo específico que discutieron para refrescar su memoria, reitera tu interés en el puesto y por qué eres un buen candidato. Es un gesto profesional que demuestra tu seguimiento y atención al detalle.